Julián Mora Aliseda aconseja reorganizar el territorio para abaratar costes en la prestación de servicios y lograr una sostenibilidad económica en la región
El profesor de Ordenación del Territorio y Desarrollo Sostenible de la UEx y su equipo de investigadores han publicado el libro Radiografía Sociodemográfica, Económica y Territorial de Extremadura, patrocinado por el Parlamento de Extremadura
Extremadura está compuesta por 388 municipios, la mayoría de unos 2 mil habitantes, que son los protagonistas del libro que usted ha dirigido. Háblenos en primer lugar de este trabajo que es más bien una referencia demoscópica de Extremadura, ¿qué resultados destacaría?
Es un trabajo inédito, una radiografía precisa de Extremadura en su escala microscópica, la de los municipios. En cada uno de ellos se han analizado los aspectos físicos y naturales. Evidentemente, estos análisis se han desarrollado con más profundidad los núcleos mayores. El libro contiene una profusa información gráfica y cartográfica para hacer más accesible su lectura a todo el público, pues va destinado a la población en general. No obstante, también es de gran utilidad para el sector educativo/cultural, el político y el empresarial, al disponer de una herramienta que le facilita la obtención de copiosa y estructurada información que deseen sobre pueblos y ciudades. Además, pueden descargárselo en su teléfono móvil para mayor inmediatez (http://www.asambleaex.es/descargas/Libro_Radiografia.pdf). No hay nada igual en estos momentos, sobre la escala municipal en toda Europa, por lo que se va a erigir en una referencia para otros territorios que deseen abordar una iniciativa similar.
1. ¿Qué tienen en común todos los municipios que se han analizado?
En común tienen que todos los pequeños se encuentran en regresión demográfica y declive económico desde hace 30 años y en los últimos tiempos el proceso se ha acelerado por el fuerte envejecimiento al que están sometidos. Es evidente que, también, hay algunas diferencias de comportamiento, pues los pueblos de regadío, o los que están próximos a las mayores ciudades, se comportan un poco mejor, aunque también pierden población
2. Usted habla de que tal cual está organizado el territorio extremeño es insostenible, ¿cuál es la razón?, ¿qué medidas habría que poner en marcha para el tema de la despoblación?
Efectivamente, Extremadura no puede mantener una organización que procede de 1833, con la división provincial de Javier de Burgos, que no tuvo ningún criterio riguroso ni explicación posible. Incluso en aquellos momentos la delimitación no siguió pautas geográficas ni históricas. La línea divisoria se trazó al libre albedrío y, además, sobre un extenso territorio de 41.635 Km2 se establecieron sólo dos provincias, cuando en el resto de España, con muchos menos espacios, como Galicia o Cataluña, se diseñaron 4 provincias. Como consecuencia de todo ello, la mayor parte del territorio extremeño ha estado en posición marginada, con municipios situados a 100, 200 y casi 300 Kms de sus respectivas capitales provinciales, y eso ha contribuido a su atraso histórico. Por lo que no podemos continuar con este modelo obsoleto y pre/constitucional. Asimismo, la red de asentamientos humanos procede de la época medieval, con municipios que se distribuían por la proximidad a las tierras de cultivo, lo que ha llevado a una gran dispersión, con tres cuartas partes del total que no superan los 2000 habitantes y ello encarece sobremanera la prestación de todo tipo de servicios, sean sanitarios, educativos o culturales. Esto es insostenible cuando se acaben los fondos comunitarios o el Estado tenga problemas para pagar las pensiones por culpa del envejecimiento.
La despoblación es difícil de evitar porque las tasas de mortalidad son mucho más elevadas que las de natalidad, por lo que el crecimiento natural es negativo. La inmigración ya cesó y sólo se recuperará si hay un crecimiento económico muy fuerte, pero no irán a residir en los pueblos, porque el estilo de vida dominante es el urbano, por múltiples razones. En cualquier caso, hay que tomar las riendas y reorganizar el territorio extremeño para el siglo XXI, y ello pasa por la delimitación de Comarcas Funcionales, que eviten la multiplicación de estructuras administrativas ineficientes y costosas. Asimismo, la comarcalización funcional sería la referencia para todas las políticas sectoriales como las infraestructuras, la sanidad, la educación, etc. permitiendo un uso racional de los equipamientos y paliando la despoblación rural al tener cerca de su cabecera comarcal, que la provea de servicios.
3. Han chequeado la calidad y el nivel de vida de los núcleos ¿qué han podido observar? ¿ en qué se diferencia, en este sentido, la comunidad autónoma?, ¿ se vive, aquí, mejor?
La calidad de vida de los municipios extremeños es muy buena, con una situación ambiental envidiable en tema atmosférico, hídrico, forestal, etc. Así como en tranquilidad, seguridad ciudadana, acceso al sistema de bienestar, etc. Sin embargo, todo ello se hace con rentas transferidas, con subvenciones del exterior porque nos falta nivel de vida. Por eso, hay que cambiar el sistema productivo que se ha venido practicando durante las últimas décadas y no basar nuestra economía en la dependencia. Hay que industrializar Extremadura para generar más empleo y mayores rentas per cápita.
4. ¿Han crecido más unos pueblos que otros en la última década?
Los pueblos han decrecido todos. Hay algunas excepcione como El Gordo y Berrocalejo, que crecieron exponencialmente por la construcción del complejo turístico Isla Marina de Valdecañas, pero que injustificadamente estaba declarado zona protegida y los tribunales han ordenado su demolición. Paradójicamente, los pueblos afectados por zonas Zepas o Lic han perdido un 15 por 100 más de efectivos demográficos que la media. O sea que la protección no está sirviendo para generar desarrollo social y económico.
5. Con este panorama, ¿cree que los pueblos terminarán desapareciendo?
Es cuestión de tiempo que desaparezcan, pero va a tardar aún porque el tamaño de partida fue mayor que en otras zonas de España.
6. ¿Cree que si se potenciase el turismo rural, se estaría acabando con el problema de los pueblos? ¿quizás Extremadura debería explotar recursos a su alcance, como el agua?
El turismo rural es un complemento económico pero no la panacea para los pueblos. Se ha crecido en los últimos años en la oferta hotelera y en el número de visitantes, pero el turismo está condicionado por la estacionalidad. La mayor parte de la gente hace turismo en familia en los meses de verano, cuando los hijos no tienen colegio, pero el verano en Extremadura es tórrido, lo que inhibe la llegada de turistas. Otro problema añadido es que el turismo pernocta una media de dos noches en la región lo que limita mejores resultados. No obstante, hay una política potenciadora de este sector que está dando buenos resultados.
Se puede escuchar el audio de la presentación del profesor de la UEx en este enlace de la Asamblea de Extremadura