Los retos sociales, nuevo nicho para el emprendimiento

Dentro del ámbito del emprendimiento, el ámbito social se posiciona como un nicho potencial para el desarrollo de nuevos Captura de pantalla 2015-01-13 a la(s) 18.03.31negocios y como una forma de salir de desempleo. Las empresas de la economía social y los nuevos modelos de organizaciones híbridas que generen recursos económicos, y a su vez sean capaces de atender a retos sociales, se han incorporado a las estrategias de especialización inteligentes como factores generadores de emprendimiento y empleo en el Horizonte 2020, programa que financia proyectos de investigación e innovación de diversas áreas temáticas en el contexto europeo, contando con casi 80.000M€ para el periodo 2014-2020. En esta Europa del futuro inmediato todas las actividades aplicarán un enfoque basado en dar respuesta a los retos que afronta la sociedad, incluyendo la investigación básica o aplicada y la transferencia de tecnología o innovación, centrándose en las prioridades políticas sin predeterminar las tecnologías o soluciones que deben desarrollarse. No sólo deberán tenerse en cuenta soluciones basadas en la tecnología, sino también la innovación no tecnológica y la organizativa, así como los sistemas de innovación y la innovación en el sector público.

Dentro de los Retos 2020, los sociales abordan las grandes preocupaciones compartidas por los ciudadanos de Europa y del entorno global. La salud, el cambio demográfico y el bienestar; los retos de la bioeconomía europea; la energía segura, limpia y eficiente; el transporte inteligente, sostenible e integrado y la acción por el clima, la eficiencia de recursos y materias primas son algunos de ellos. Atendiendo al principio «think small first» de la regulación europea (la legislación ha de tener en cuenta los intereses de las PYME en las primeras etapas de la formulación de políticas con el fin de hacer la legislación más favorable a las empresas), resulta tan relevante fomentar el espíritu emprendedor como crear actividades generadoras de valor; es decir, estimular la puesta en marcha de actividades empresariales sostenibles, que contemplen los aspectos social, económico y medioambiental, de forma que la riqueza generada por los emprendedores sociales retorne al conjunto de la sociedad y en particular, a los grupos más vulnerables. Se habla de empresas sociales capaces de contribuir a un crecimiento inteligente, real, respondiendo con la innovación social a necesidades que no han sido satisfechas, creando un crecimiento sostenible por su impacto ambiental y por su visión a largo plazo desde el prisma del crecimiento inclusivo, debido a su énfasis en las personas y la cohesión social.

Ante este escenario, la Comisión Europea lleva tiempo poniendo de manifiesto la capacidad de las empresas sociales, y de la propia economía, para aportar respuestas innovadoras a los actuales desafíos económicos, sociales y, en algunos casos, medioambientales. El desarrollo de puestos de trabajo sostenibles, la integración social, la mejora de los servicios sociales locales y la cohesión territorial son algunas de las líneas estratégicas que se perfilan desde Europa. El llamamiento de la Comisión pone de relieve la necesaria implicación de los agentes clave del territorio, capaces de generar nuevas ideas al servicio de las necesidades y desafíos de la sociedad: nuevos servicios, nuevos productos, nuevos modelos de negocio así como comportamientos innovadores que responden a una manera de hacer frente a los retos de la sociedad cuando el mercado y el sector público no responden adecuadamente a las mismas.

Extremadura, como región que converge en Europa, se enfrenta de igual forma a esos retos, pero desde una perspectiva que atiende a nuestras señas de identidad y características como región, lo que hace necesaria la búsqueda de soluciones novedosas e innovadoras en línea con las estrategias políticas regionales. Al final, de lo que se trata es de generar un ecosistema favorable al emprendimiento y la innovación social en la región, apoyado en un programa de estímulo del espíritu empresarial social. Y parece que lo estamos consiguiendo. Existen iniciativas en Extremadura que pretenden estimular la generación de oportunidades de negocio en sectores emergentes vinculados a retos sociales y alineados con la especialización inteligente de Extremadura, RIS3; programas que trabajan en el desarrollo de servicios y la generación de recursos y herramientas que ayuden a los emprendedores –obligada y actual panacea del crecimiento económico- durante el proceso de puesta en marcha de iniciativas empresariales, partiendo desde la concepción de la idea emprendedora hasta su materialización como empresa social. Sirva de ejemplo el Programa para el Emprendimiento y la Innovación Social de Extremadura, iniciativa coordinada por la Dirección General de Empresa y Actividad Emprendedora con la colaboración de Fundecyt-Pctex y la financiación del Fondo Social Europeo. Emprendedores sociales que deseen iniciar un proyecto o cualquier empresa social joven pueden ver en este programa una oportunidad para formar parte de ese ecosistema de apoyo a la actividad social de emprendimiento.

Pero, ¿cuál será el impacto real en nuestro territorio? Entre los objetivos que se esperan alcanzar está, por supuesto, mejorar las condiciones del emprendedor social para desarrollar su actividad y ayudar a reducir la brecha de acceso a financiación facilitando el acceso a líneas. Pero también se pretende contribuir a ampliar la percepción de oportunidades de negocio en nichos de mercado emergentes con alto potencial, y mejorar la capacitación y competitividad en los sectores de especialización inteligente de la Región. En lo que respecta a la administración, el programa fortalecerá las capacidades de las entidades públicas –y aquellas privadas colaboradoras-, modernizando las iniciativas de acompañamiento a emprendedores sociales o potenciando nuevas líneas de trabajo en un ámbito novedoso. Paralelamente, se implementarán acciones que mejoren la eficiencia en cuanto a la coordinación de recursos público-privados, gracias a la sensibilización del personal técnico y a la incorporación de las recomendaciones estratégicas a las políticas de apoyo al emprendimiento social.

Todo estos esfuerzos, líneas y programas, y el protagonismo de lo social en la actividad económica, así como los desafíos que se han de afrontar, podrían resumirse en la visión de empresa social del Comité Social y Económico Europeo: “Las empresas sociales se posicionan como actores clave en la aplicación de la Estrategia Europa 2020. En particular, en el actual período de crisis económica y social, las empresas sociales son capaces de aportar soluciones innovadoras para la cohesión social y la inclusión, la creación de empleo, el crecimiento y la promoción de la ciudadanía activa. Es precisamente el impacto positivo de las empresas sociales sobre la sociedad, el medio ambiente y las comunidades que pueden contribuir a la implementación de la Estrategia Europa 2020 y el objetivo de la Ley del Mercado Único para una economía social de mercado altamente competitiva».

Revista VICEVERSA

Borja Cárdenas Tobías
FUNDECYT-Parque Científico y Tecnológico de Extremadura.