Fuente del Maestre, La Zarza, Aceuchal, La Garrovilla, Casas de Don Pedro y Navalvillar de Pela son las seis localidades que durante este curso han querido despertar vocaciones hacia la ciencia entre los más jóvenes de su región
Desde el pasado curso académico, la Universidad de Extremadura a través de la Fundación Universidad-Sociedad ha puesto en marcha la Escuela Municipal de Jóvenes Científicos con el objetivo de despertar vocaciones hacia la ciencia y la tecnología en edades tempranas en la región de Extremadura. Una iniciativa que está calando cada vez en más localidades y que en este curso académico que ha finalizado, han clausurado un total de seis regiones extremeñas con más de 200 alumnos. Esta clausura de la Escuela la están llevan a cabo a través de lo que han denominado Feria de la Ciencia, un evento que están desarrollando en cada una de las localidades que han participado en el proyecto participando en un concurso. Durante la feria los participantes de las escuelas asumen el protagonismo para convertirse en diseñadores y desarrolladores de un proyecto que será valorado por un jurado compuesto por un miembro de la UEx, un representante de su comunidad universitaria y un miembro del equipo municipal. “Hemos visto proyectos de todo tipo, desde un volcán de lava a un coche eléctrico. Hay mucho potencial en estos grupos de jóvenes científicos” explica el director de la Escuela, Paco Fernández de Vega. En cada localidad se establecen tres premios, que varían desde dinero para material escolar a trofeo o diplomas. Cada equipo ganador se dará cita el día 25 de septiembre en la Feria de la Ciencia que tendrá lugar en el Centro Universitario de Mérida y que coincidirá con la Noche de los Investigadores, un evento que la Universidad de Extremadura celebra desde hace dos años. Será una actividad abierta a todo aquel que desee visitarla y comprobar con sus propios ojos lo que estos jóvenes científicos son capaces de hacer.
Jóvenes Científicos
Actualmente la falta de vocación en el mundo de las ciencias es un problema que no sólo afecta a nuestro país, sino que se ha convertido en algo generalizado. Sin embargo el mercado laboral, especialmente el de las ingenierías, cada vez sigue absorbiendo y demandando a más profesionales a pesar de la actual situación de desempleo en todo el mundo. En este contexto nace la Escuela Municipal de Jóvenes Científicos como una herramienta para contribuir a paliar esa falta de vocación desde edades tempranas. Intuición y diversión son las principales premisas de una metodología que une la ciencia con otras ramas del conocimiento como las humanidades. A través de sus talleres semanales intentan mostrar que la ciencia y la tecnología, en sus distintos ámbitos, puede ser algo divertido permitiéndoles aprender y desarrollar su creatividad. Algunas de las temáticas que aprenden a través de materiales de uso cotidiano como pueden ser naipes, folios o pegamento son la computación, aeronáutica o ingeniería naval. “Es una iniciativa estratégica porque puede cambiar el horizonte de la gente joven de estas pequeñas localidades, más en el mundo en el que vivimos donde todo está interconectado y uno puede trabajar donde quiera” señala Francisco Fernández, director de la escuela. La Fundación Universidad-Sociedad de la Universidad de Extremadura colabora en este proyecto con el que se puede poner en contacto todo el que lo desee mediante su página web o su página de facebook